Entre todas las mujeres, tu eres la que tambalea la voluntad de vivir que hay en mí, ya que sin ti, vivir seria voluntad ciega, contigo se alumbra y se sustenta por sus ojos,dandole un motivo, te amo y estando muerto lo hago mas, por que estando vivo, se aplaca... ya que la vida eres tu.
En días como hoy, funestos, todo cae tan bruscamente que no queda ni brizna de voluntad. Dolor provocador y provocado. Los tantos rostros que una vez fueron cómplices y amables, en estas horas reclaman, fiscalizan, lloran, acusan, me llevan a preguntar si soy un ser diabólico, ofensivo; rostros que devienen parte de la baraja que va cayendo, empujando una carta a la otra, es mi mayor libertad... el fracaso.
ResponderEliminarPienso en aquellas palabras que escribí hace poco: bajo el agua se llora mejor, nadie lo nota. Ni yo. En la ducha se piensa y se llora mejor, si pudiera....
Que lejana la gente que estuvo tan cerca, que soledad tan íntima, privada, perfecta. Mi crueldad misántropa me libera. La soledad digna y certera que siempre quiso el viejo para mi. Y al cerrar, largarme lejos de todo esto, algo me lleva aún aquí, sin pensar nada, encuentro estas palabras tuyas que turban y confunden mi voluntad de claudicar. Por y para siempre. Espectros. Silencio.
y nunca pensaste que los que fracasan son los otros?, no vos?
ResponderEliminarMi indiferencia misantropa me libera como a vos la crueldad, es que todo eso es amor y esperanza que se disuelve en podredumbre y orgullo... muy humanos.
Te adoro Heva.